TRATAMIENTO NATURAL DE LA CANDIDIASIS VAGINAL RECURRENTE
Artículo publicado por Vicente Saavedra, terapeuta especializado en el tratamiento de la candidiasis vaginal crónica o recurrente. Para más info o pedir hora visite su web: http://www.medicinaintegral.es/
TRATAMIENTO NATURAL DE LA CANDIDIASIS VAGINAL RECURRENTE
Indice:
1. Introducción.
2. Definición.
3. Signos, síntomas y diagnóstico.
4. Mecanismos naturales de defensa vaginal.
5. Factores de riesgo y predisposición.
6. Factores de prevención.
7. Tratamiento farmacológico.
8. Carácterísticas del tratamiento biológico y energético.
INTRODUCCIÓN:
Antes de entrar en el estudio de la candidiasis vaginal, aclaremos algunos conceptos generales.
La vagina esta cubierta por un tejido epitelial, la mucosa vaginal, abundantemente irrigado. Esta mucosa está habitada por una flora bacteriana también característica y propia en la que se encuentran diversos tipos de bacterias y donde algunas de estas pueden llegar a ser patógenas de alcanzar proporciones superiores al grado de normalidad que les corresponde. Este equilibrio entre poblaciones bacterianas depende de diversos factores, donde uno de los más destacables es la presencia de lactobacillus (bacilos de Döderlein) en número suficiente para controlar el desarrollo y proliferación de las especies patógenas mediante diversos mecanismos que mencionaremos posteriormente.
Los microorganismos más comunes presentes en la vagina son:
- - Staphyococcus epidermides
- - Streptococcus spp
- - E. coli
- - Gardnerlla vaginalis
- - Micoplasma hominis
- - Cándida albicans.
- - Otras especies anaerobias..
La vaginitis es una inflamación de la mucosa vaginal, si existe además inflamación de la vulva (genitales externos) hablaremos lógicamente de una vulvovaginitis.
La causa u origen de esta inflamación puede ser de carácter infeccioso o de carácter no infeccioso.
Las de origen infeccioso están producidas por algún germen, ya sea este una bacteria, un hongo, un virus o un protozoo (organismos unicelulares). Los gérmenes más comunes en las infecciones vaginales son:
gérmenes más frecuentes en las vaginitis | |||
SAPRÓFITOS O HABITUALES INVASIVOS
| |||
Candidas Gardnerella Trichomonas Herpes II 1Neisseria | 39 % 23 %20.5% 2.6%10.6% | Chlamydia Micoplasma Ureoplasma Inespecífica | 10.6% 25.7%19 %64 |
Las vaginitis no infecciosas están producidas principalmente por:
- - Déficit estrogénico
- - Agentes químicos
- - Reacciones alérgicas
- - Atrofia vaginal
- - Descamación.
- - Traumatismos o microtraumatismos.
- - Cuerpo extraño vaginal.
DEFINICIÓN
La candidiasis vaginal es una vaginitis infecciosa producida por una levadura del género cándida, siendo el más común de ellos la cándida albicans (85%), seguido por la cándida glabatra y la cándida tropicalis.
Como dijimos anteriormente, la cándida es un organismo común en la flora vaginal, lo que ocurre es que se puede presentar bajo dos formas. En su forma como levadura (no patógena, blastoporo) y en su forma micelar donde desarrolla una especie de raíces, pseudohifas (forma patógena) que se entrelazan entre sí y con las que perforan y se fijan a las células de la mucosa vaginal (formaciones micelares). Esta forma patógena se da cuando existe un sobrecrecimiento originado básicamente por una deficiencia inmunológica o por una carencia de los bacilos de Döderlein (anteriormente mencionados). La inflamación se produce entonces por la fijación de las hifas al epitelio y por la producción de numerosas sustancias tóxicas que la cándida genera, especialmente de tipo proteasa celular (que destruyen el tejido epitelial) y fosfolipasas (que destruyen fosfolípidos) propias del metabolismo de la cándida. En ocasiones también se puede agravar el cuadro por reacciones alérgicas al hongo, cosa que puede ser común en mujeres con un terreno alérgico previo o predispuesto.
Por tanto la infección por cándida no tiene un carácter externo, sino que obedece a un cambio en las condiciones internas que repercuten en el comportamiento y grado de desarrollo de este organismo ya presente (como saprófito) en la propia flora. Es por esta razón que se considera una infección de carácter "oportunista".
SIGNOS, SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO
Antes de entrar en materia expliquemos la diferencia existente entre signo y síntoma: Un síntoma es una sensación subjetiva que no puede ser evaluada u observada de forma objetiva, mientras que un signo es un hecho que puede ser constatado objetivamente, por ejemplo, la inflamación es un signo y el dolor un síntoma.
Todas las vaginitis cursan con gran número de signos comunes, distinguiéndose algunas variaciones según los organismos que las produzcan. Principalmente estas diferencias son relativas al flujo y el tipo y localización y forma de las lesiones que se pueden producir.
Los síntomas más característicos de una candidiasis vaginal son:
- - Picor
- - Ardor
- - Flujo blanquecino con aspecto de leche cortada y que puede oler a levadura.
- - Eritema vulvo-vaginal
- - Es posible sentir ardor al orinar
- - Es posible que se produzcan pequeñas úlceras vaginales.
- - Es posible observar pequeños sangrados
- - Si la infección se extiende a la vulva se observan eritemas (enrojecimientos).
Su diagnóstico es relativamente sencillo, normalmente basta con tomar una muestra del flujo (frotis vaginal) y examinarla al microscopio directamente, para ello se deposita el flujo sobre un cristal de observación y se le añade hidróxido de potasio, en la muestra deben existir más de 100 organismos por ml. de flujo para poder ser observados, por lo cual la fiabilidad de la prueba está sobre el 70%. En esta prueba debe encontrarse cándida albicans en su forma micelar y también esporas de la misma.
No obstante, si esta inspección diera negativa sería necesario realizar un cultivo para confirmar o descartar la candidiasis ya que la observación directa no es una prueba 100% fiable. Además, el cultivo permite identificar las especies de cándidas implicadas.
En algunos casos las vaginitis infecciosas, incluida la candidiasis, cursan prácticamente de forma asintomática o solo con ligeras molestias. En la observación con el espéculo se observan como estelas blancas y bajo estas y alrededor, la vagina está roja, irritada y rugosa.
La secreción vaginal normal es clara, blanca, foliculada, viscosa, sin olor y con un pH entorno a 4.5, en la observación microscópica no se observan micelios, ni tricomonas vaginalis, esporas, o células guías. Presenta abundantes células de descamación y abundantes lactobacillus.
En el transcurso de la infección por cándida el pH vaginal se muestra dentro de los valores normales si bien su desarrollo es favorecido a partir de una variación del pH normal hacia la alcalinidad (ver tabla II).
MECANISMOS NATURALES DE DEFENSA VAGINAL:
El mecanismo de defensa vaginal consta básicamente de cuatro elementos:
- - Barrera física que impone el tejido mucoso
- - Barrera inmunológica (humoral y celular)
- - La flora endógena (bacilos de Döderlein)
- - Secreción de moco vaginal.
El epitelio de la vagina segrega sustancias tal como lisoenzimas, ácidos débiles, lípidos e inmunoglobulinas (Ig A e Ig G), estas sustancias agraden a elementos extraños o crean las condiciones adecuadas para mantener el equilibrio entre los microorganismos que la pueblan.
El epitelio vaginal es pluriestratificado, esto quiere decir que las células del epitelio se disponen en capas superpuestas, normalmente unas cuarenta. Del grosor y condiciones de este tejido depende en gran parte su función como barrera. Los estrógenos favorecen la maduración y formación del epitelio, además de estimular la producción de glucógeno (azúcar) en el interior de sus células.
Todos los epitelios (incluida la piel) tienden a eliminar la capa superficial de células como proceso de renovación y regeneración (exfoliación), el epitelio vaginal se renueva aproximadamente cada ocho días, al desprenderse las células y descomponerse (autolisis celular), los lactobacillus presentes en la vagina degradan a su vez el glucógeno contenido en las mismas convirtiéndolo en glucosa y luego en ácido láctico, es este ácido el que, de forma principal, determina el grado de acidez vaginal. En el proceso de exfoliación y regeneración se eliminan gran número de bacterias patógenas. El pH normal, oscila entre 3.8 y 4.4, este grado de acidez dificulta el desarrollo de otros microorganismos patógenos que precisan de un medio menos ácido para desarrollarse.
Tengamos en cuenta que los organismos patógenos también se nutren del glucógeno, especialmente esto es rigurosamente cierto si hablamos de los hongos y en particular de la cándida. También en este sentido es indispensable la presencia de los lactobacillus vaginales (bacilos de Döderlein) ya que compiten fuertemente con los microorganismos dañinos no solo por el espacio, sino también por el alimento.
Valores de pH que favorecen el desarrollo de los distintos organismos patógenos:
Tabla II
VALOR pH | MICROORGANISMOS |
3.8 - 4.4 (normal) | Bacilos de Döderlein (flora beneficiosa) |
4 - 7.5 | Tricomonas vaginalis |
5.0 - 6.5 | Haemophylus Vag y Gardenerella |
5.5 - 6.8 | Cándida albicans |
5.8 - 7.8 | Staphilococcus, Streptococcus y E. Coli |
6.8 - 8.5 | Gonococcus |
pH Neutro
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
|-----|-----|-----|-----|-----|-----|----|-----|-----|-----|-----|------|------|------|
acidez alcalinidad
Escala del pH
Además de esto, los lactobacillus segregan una serie de sustancias de acción antibiótica tales como el peróxido de hidrógeno, bacteriocinas, lactacidina, acidolina y lactacin B y algunas defensinas, entre otros, sustancias todas estas que actúan de forma sinérgica para suprimir ciertas bacterias o inhibir el desarrollo bacteriano. También los lactobacillus se adhieren a determinados receptores de las células de la vagina, impidiendo así la adhesión por parte de otros microorganismos.
Esta población de lactobacillus se encuentran en grandes cantidades en una vagina sana ( entre 10 y 100 millones por gramo de fluido) habiéndose descrito distintas especies que se reúnen bajo el nombre común de bacilos de Döderlein, y entre las que se encuentran los L. acidophilus, L johnsonii, L. casei, L. cispatus, entre los más destacados, por ser quizás los que mayor cantidad de peróxido de hidrógeno producen.
Por otro lado esta flora actúa siempre a nivel de la superficie de la mucosa, razón por la que no resulta patógena, sin embargo, las especies que sí lo son invaden y penetran en el tejido, destruyéndolo.
Como síntesis, la acción antimicrobiana de los bacilos de Döderlein se fundamenta en:
1. 1.- competencia por la adhesión a receptores (interferencia y coagregación)
2.- competición por los nutrientes
3.- producción de sustancias antimicrobianas. Limitándose su acción sólo a la mucosa.
Tanto las células desprendidas del epitelio vaginal, las bacterias muertas, como todos los subproductos del metabolismo de los organismos propios de la flora, secreciones diversas de las células epiteliales y demás, son arrastradas hacia el exterior por el flujo vaginal, cumpliendo así la función de escoba y manteniendo el medio interno limpio.
Otros elementos que forman parte activa y fundamental en la defensa de la mucosa vaginal son determinadas células inmunológicas, principalmente monocitos, células dendríticas (células de Langerhans), linfocitos y macrófagos, estas poblaciones forman la inmunología celular, y es parte fundamental en el control de las cándidas, de hecho, se pueden suponer problemas en la respuesta de estas células cuando existen candidiasis recurrentes. También, las células epiteliales, cuando se produce una infección, secretan citocinas, defencinas y quimiocinas, sustancias que activan células inmunitarias específicas para luchar contra la infección.
Por tanto se deduce y comprende la necesidad de un nivel de estrógenos correcto, de la integridad de la mucosa y de la presencia de una flora bacteriana compuesta por lactobacillus. Siendo estas unas de las claves fundamentales en la defensa e inmunidad vaginal y presentando relación de interdependencia entre ellas.
A parte de las condiciones locales, también se hace obvio que los dos vectores fundamentales a nivel general o sistémico son un sistema inmunológico y endocrino en buenas condiciones.
Tengamos en cuenta que dada la compleja función vaginal de ser el espacio de protección genital y cumplir al mismo tiempo las funciones de receptor de la penetración y del esperma así como ser la vía de expulsión del feto en el parto, su equilibrio es complejo ya que tiene que alcanzar un necesario equilibrio entre las funciones de defensa y su tolerancia frente al contacto con elementos externos.
Por lo general se considera que la candidiasis vaginal no es una enfermedad de transmisión sexual, pero sin embargo, en los casos de las candidiasis sintomáticas se suele producir, en un 10% de los casos, contagio a la pareja, produciéndose balanitis o uretritis.
Tabla III
FASE | NIVEL GLUCÓGENO | EPITELIO pH | ||
ANTES DE LA REGLA (MENARQUIA) | BAJO | FINO ± 15 capas celulares | 7.0 | |
(FASE REPRODUCTIVA) Proliferativa (folicular) Secretora (luteal) | ALTO | ADECUADO ± 30 capas celulares | 5.0/7.2 | |
MEDIO | ADECUADO ± 40 capas celulares | 3.8/4.4 | ||
PERIMENOPAUSIA | VARIABLE | REDUCIDO | ± 5.0 | |
MENOPAUSIA | BAJO | FINO ± 15 capas celulares | ± 7.O |
FACTORES DE RIESGO Y PREDISPOSICIÓN:
A continuación se enumeran y explican sucintamente algunos de los factores que debilitan la barrera defensiva vaginal en alguno de sus puntos:
- El uso de antibióticos de amplio espectro (especialmente las tetraciclinas y derivados), o los que actúan sobre bacterias gram positivas. La razón es obvia, ya que estos antibióticos no distinguen entre bacterias nocivas y amigables y eliminan también a los bacilos de Döderlein. En todo caso, digamos que elimina a las bacterias amigables pero no a todas las patógenas.
La otra razón es la inmunodepresión secundaria al uso de antibióticos, que como es sabido disminuyen también al propio sistema inmunológico. Específicamente en el caso de las candidiasis y el uso de antibióticos hay que decir que los antibióticos no matan a los hongos, por tanto ante la desaparición de la flora bacteriana, ya sea esta amigable o patógena, los hongos quedan con el terreno completamente libre para iniciar su proliferación, con el agravante añadido del relativo estado de inmunodepresión que pueda producirse, con lo que el sistema inmunológico también se verá limitado a la hora de frenar el desarrollo de los mencionados hongos.
- Estados de inmunodepresión originados por diversas enfermedades, elementos tóxicos o stress (tales como las hepatitis, otras infecciones, parasitosis, síndrome de fatiga crónica, VIH, intoxicaciones por metales pesados, etc..)
- Se entiende que en donde se encuentra una alta sintomatología con relación a la cantidad de cándidas presentes en la infección existe un defecto en la inmunidad celular y/o reacciones de hipersensibilidad inmediata (la inmunidad celular es referida a los glóbulos blancos y las reacciones de hipersensibilidad inmediata a reacciones alérgicas).
- Diversas alteraciones inmunológicas, de especial consideración son los cuadros recurrentes de candidiasis donde se han identificado varios tipos de aberraciones inmunológicas mediadas por células.
- Fármacos inmunodepresores y quimioterapia.
- Tratamientos con glucocorticoides. Si bien y principalmente por su efecto depresivo del sistema inmunológico (especialmente sobre las poblaciones de linfocitos T ), también influye por otros efectos tales como la disminución de la síntesis proteica (que afecta a la formación de tejidos y por tanto a la formación y desarrollo de la mucosa vaginal) y porque disminuye la disponibilidad de azúcar para las células, con lo que aumenta el contenido extracelular de azucares y por tanto la disponibilidad para los patógenos.
- Los anticonceptivos hormonales, pero principalmente por su contenido en progestanos (hormonas de síntesis que imitan a la progesterona), y no tanto los estrógenos, ya que producen un espesamiento del moco entre el útero y la vagina, disminuyendo la velocidad del flujo y por tanto la rapidez en la eliminación. Otra razón, quizás más importante, es el hecho de que produce un cierto grado de atrofia del epitelio vaginal, es decir disminuye su espesor volviendo a la vagina, de este modo, más vulnerable a la penetración por parte de agentes patógenos y a sufrir daños irritativos. Por último, los progestanos facilitan la formación de micelios a partir de las formas levaduriformes del contenido vaginal (facilitan el paso de la forma saprofita e inofensiva a la forma dañina).
-Deficiencia en los niveles de estrógenos, dado que disminuye el desarrollo del epitelio y además disminuye las concentraciones de glucógeno en este incidiendo está circunstancia en una disminución de los bacilos de Döderlein.
- El coito, pero principalmente si existe eyaculación en la vagina, ya que el semen alcaliniza la vagina por un periodo de horas, condiciones que pueden ser aprovechadas por los patógenos.
- Hipotiroidismo.
- El flujo menstrual alcaliniza la vagina, además los lactobacillus se adhieren a los hematíes (glóbulos rojos) siendo así eliminados con la sangre y disminuyendo consiguientemente el número de estos.
- La humedad y el calor, permanecer con el bañador húmedo (cuando se tiene ya la infección), los salvaslips, y usar tampones por más tiempo del debido (despistes, etc...).
- El uso de espermicidas y sistemas de anticoncepción intrauterinos.
- Duchas vaginales (disminuyen la flora y eliminan la mucosidad de protección) y el uso desodorantes íntimos..
-El uso de jabones alcalinos, ya que disminuyen el pH vaginal, además de poder resultar irritantes.
- Los periodos de lactancia y embarazo. Durante el embarazo aumentan significativamente los niveles de estrógenos y progesterona. En las levaduras existen receptores para estrógenos y progesterona, por esta razón pueden ser estimuladas durante el embarazo.Por otro lado, estas hormonas intervienen en la supresión parcial de la respuesta de los linfocitos T (células del sistema inmunológico).
Otra posibilidad que debe ser considerada es la menor tolerancia a la glucosa y glucosuria consecuente que presentan algunas embarazadas y que podría aumentar más aun la susceptibilidad.
De modo que durante el embarazo se producen modificaciones en la inmunidad y condiciones de la vagina, que pueden favorecer el desarrollo de candidiasis en mujeres con cierta predisposición o en las que concurran de forma simultanea otros factores.
- penetración masiva de gérmenes externos ya sea a través de la vulva o de los intestinos por razones que pueden variar desde el prolapso del útero hasta el desgarro perianal mal curado, razones que disminuyen el cierre natural de la vagina hacia el exterior. También una marcada disbiosis (desequilibrio bacteriano patógeno) intestinal y el desplazamiento de estas bacterias desde el medio intestinal hacia el medio urogenital. De este modo, una candidiasis intestinal, puede convertirse en un permanente reservorio de cándidas.
- La menopausia, ya que al disminuir la cantidad de estrógenos, se produce una hipotrofia de la mucosa vaginal, también disminuyen los niveles de glucógeno en las células de la misma y consiguientemente disminuye la población de bacilos de Döderlein
- La ropa muy ajustada, especialmente los vaqueros, son causa de vaginitis infecciosas, incluida la candidiasis.
- El uso de ropa interior de tejidos sintéticos, o prendas intimas lavadas con lejía o detergentes irritantes y alcalinos.
- La diabetes o prediabetes, por mantener elevados niveles de glucosa en el medio extracelular.
- La candidiasis intestinal, si se padece una candidiasis intestinal existen muchas probabilidades de padecer también candidiasis vaginales.
- Hábitos higiénico dietéticos insanos tales como el consumo habitual de alcohol, el tabaco, ingesta desmedida de azúcar, hidratos de carbono refinados, etc...
- La obesidad.
- Carencias nutricionales. Deficiencias de hierro, ácido fólico, Vit B12, azufre o zinc.
- El uso de antihistamínicos (puede tener cierta incidencia).
Fármacos que pueden causar candidiasis como reacción adversa
Lista obtenida del Instituto Químico Biológico (http://www.iqb.es/default.htm)
Tabla IV
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FACTORES DE PREVENCIÓN:
De todo lo expuesto anteriormente puede deducirse claramente que condiciones favorecen no solo las candidiasis sino también, en forma genérica, las vaginitis de tipo infeccioso.
Los factores predominantes a tener en cuenta son como ya hemos dicho:
- - El sistema inmunológico
- - El correcto estado del pH vaginal
- - Balance hormonal adecuado (principalmente estrógenos/progesterona)
- - Una higiene correcta (pues muchas veces se practican hábitos higiénicos que realmente son perjudiciales)
Theobald Smith a inicios del siglo XX, introdujo la idea que la enfermedad no es más que el resultado de una interrelación entre la virulencia microbiana, cantidad del germen y los medios de defensa del huésped.
En la medicina tradicional china, ya unos tres mil años antes (cien años arriba, cien años a bajo), se había postulado que la enfermedad es el resultado de la sumatoria entre dos fuerzas opuestas entre si, donde por un lado tendríamos a los agentes patológicos y por otro lado al conjunto de las fuerzas defensivas. Del balance y equilibrio entre las condiciones que favorecen el desarrollo de especies patógenas y las condiciones que favorecen una fisiología sana, depende por completo el estado de salud. Nada ocurre porque sí, todo tiene una explicación. Que la conozcamos o no ya es otra cosa:
Toda mujer con molestias perineo-vulvo-vaginales, tales como escozor, picazón, sensación de sequedad, irritación, disuria (dolor y molestias al orinar), dispareunia, molestias y prurito anal, etc... debería comprobar su pH vaginal.
El pH vaginal puede ser medido mediante papel indicador del pH que puede conseguirse fácilmente en algunas farmacias (en las mejor preparadas). La prueba se realiza impregnando un trocito de papel indicador con el flujo vaginal y observando el color que este adquiere, posteriormente se relaciona el color con una escala que se corresponde con el nivel de pH.
Téngase en cuenta que según el periodo del ciclo menstrual en que se encuentre, el pH puede variar, ver la siguiente tabla: